Hoy es 31 de agosto y tengo planificado todo septiembre desde mediados de julio. Me gusta organizarme, me gusta tener las cosas controladas, y no me gusta la improvisación.
Es algo curioso esto, teniendo en cuenta la profesión que he elegido, la de ilustradora, donde no sé qué trabajo voy a tener al día siguiente, ni cuándo voy a cobrar una factura.
Pero más curioso es, que el proyecto más grande que hecho hasta ahora, o por lo menos el que está teniendo más visibilidad, sea precisamente sobre la improvisación. La oral en este caso.
El día 24 de agosto salió una pieza animada que he hecho junto a Alfonso Benítez para un proyecto llamado pUEnte, encuentros ilustrados. Podéis ver el vídeo AQUÍ.
En este corto animado, escuchamos a siete personas, desde un hombre de setenta y pico, a una niña de siete, improvisar una estrofa de una poesía. Y yo he tenido la suerte de poder darle una imagen. Un proyecto muy bonito, que he disfrutado mucho y que ha supuesto un gran esfuerzo.
Y volviendo a lo de improvisar, de vez en cuando es sano, siempre y cuando no afecte a nadie. Afortunadamente está quedando bastante claro estos días, que no puedes improvisar un piquito, por mucho que estés feliz y celebrando.
Yo por mi parte, voy a seguir apuntando mil cosas en la agenda, y organizando cada hora de mi día. Pero con bolis de los que se borran, no vaya a ser que tenga que improvisar.
Feliz mes a todos. Nos leemos en septiembre.